Si alguien quiere la imagen a mejor resolución solo tienen que pedirmela y con mucho gusto se la remito.
VINO TINTO Y SU PUNTO DE CONSUMO.
¿Cómo servir un buen vino tinto? (*)
He de comenzar por la excepción que confirma la regla y es
que cada uno puede tomarlo como mejor le guste.
Pero lo cierto que para que un buen vino tinto, sobre todo a
partir de reservas y grandes reservas, esté en su punto óptimo de degustación
hay que ayudarle un poco con detalles elementales.
Hay cosas muy elementales que te impiden sacar del vino todo
lo bueno que lleva dentro. El vino hay que oxigenarlo un ratito, pero no hay
que dejarlo morir dejándolo en una botella abierta hace varios días. El vino se
muere y no puedes servir un vino muerto; pues bien la gente te sirve vino
muerto.
Los consumidores y amates del vino deberíamos de tener el
derecho a pedir un vino “que no esté muerto”. Y si nos lo sirven muerto poder
reclamarlo vivo.
No me imagino al tabernero de la esquina, de casa Casa Don
PIN, o de la Cafetería
SANDIOS sirviéndome una
caña desde una “litrona” que abrió hace tres días… Y ojo, que la litrona se
defiende mejor cuando ha sido
abierta que un buen reserva. Pues no hagamos con nuestros grandes vinos lo que
no haríamos con una sencilla
“litrona”.
Se me ocurre a bote pronto que este problema se podría
arreglar en parte con presentaciones diferentes a las actuales al uso en bares,
cafeterías y restaurantes. A mi
nunca me han servido el un avión desde una botella de reserva abierta hace dos
días. Tienen sus envases adecuados.
Otra circunstancia elemental
que nos impide disfrutar al 100 por cien de un buen vino tinto es la
temperatura de consumo. Pero aún siendo tan fácil de remediar, si te descuidas
un poco te sirven el vino a temperaturas inadecuadas. Por más que casi todos
los buenos vinos ya te indican en la botella la temperatura recomendada de
consumo. Cierto es que estas temperaturas recomendadas de consumo varían
ligeramente según los lugares de consumo, el ambiente, el momento del consumo,
si es con una comida, con un aperitivo, con un queso. Además cada persona tiene
su propio paladar.
La copa en la que se sirve y
demás circunstancias las dejo para otra ocasión, que también son muy
importantes.
(*) el tinto de verano, el calimocho y el tinto con sifón o
gaseosa ya sabemos como se toman… y por cierto están riquísimos.