sábado, 25 de mayo de 2013

El credo del vino

“El Credo” del vino; 
(al menos podría serlo).

Extracto de la cita de la contraetiqueta: 
"El vino exalta la fantasía, hace lúcida la memoria, aumenta la alegría, alivia los dolores, destruye la melancolía, concilia el sueño, conforta la vejez y da aquel sentido de euforia por donde la vida transcurre leve, suave y tranquila".

Grandes genios de la pluma como Pablo Neruda,  Miguel Hernández, Borges y otros muchos han escrito odas y poemas y han dedicado piropos al vino.

Horacio Guarany emocionaba con su música “si el vino viene, viene la vida”.

Y así podríamos seguir hasta con las citas de El Quijote.

Pero yo creo que ningún piropo al vino me ha gustado tanto como esta contraetiqueta. Yo me atrevería a llamarla el “Credo” del vino y se la recomendaría a sumilleres, “sommeliers”, enólogos,  catadores, enoturístas, bodegueros, chefs y para no dejar a nadie, a todos los amigos y amantes del vino.

La contra-etiqueta está en una botella de vino que me regalo un buen día, hace ya más de 20 años,  un viejo amigo y buen catador. No recuerdo si muy entendido pero al menos si profesaba bien la religión de un buen amante del vino: esas poses tan peculiares y esos movimientos rituales de la copa y el vino en la boca. La había etiquetado él como parte de una campaña publicitaria para un conocido medicamento.


La contra-etiqueta de la imagen rezaba así:
“ ¡EL VINO! Beber es un acto que realizan las razas de linaje antiguo. Cuando se hace uso del vino (moderadamente, como de todas las cosas preciosas) es salud y medicina. El vino aumenta la fuerza muscular, exalta el sentido genético, estimula el sistema nervioso, rinde fácil a la elocuencia, empuja a la benevolencia, predispone a la asociación, al perdón y al heroísmo.
El vino exalta la fantasía, hace lúcida la memoria, aumenta la alegría, alivia los dolores, destruye la melancolía, concilia el sueño, conforta la vejez y da aquel sentido de euforia por donde la vida transcurre leve, suave y tranquila.”

Dedicado con cariño a mi viejo amigo “El Doctor”


El vino y Cela


-¿Hace otro blanco?: -Venga!

 Algunas perlas sobre el vino de Camilo José Cela 


“Con melón, con vino y con bicarbonato puede un contribuyente comerse al mundo…” 



Tengo en mis manos un libro “Fotografías al minuto” muy poco conocido del gran Camilo José Cela, ilustrado por el fotógrafo Enrique Palazuelo.
Es uno de esos libros que aunque no seas muy aficionado a la lectura (o nada aficionado) da lo mismo, lo vas bebiendo a sorbitos. Otra cosa es poder encontrarlo. Las 67 fotos a las que la da vida el genio de la literatura nos dejan pinceladas sobre el vino de la época en el Madrid de los años 50, las casas de vinos y comidas y los chatos.
Solamente quiero mostrar y no en profundidad eso ya lo hace el libro (*) algunas de las perlas que Don Camilo cultivó en sus “Nuevas escenas matritense” en las que se publicó originalmente lo que luego recopiló en “Fotografías al minuto”

En la fotografía “La Fabula de los tres porrones” dice Cela siempre en boca de alguien “El vino de Jumilla es de mucho aroma y reciedumbre; si no se toma con cautela, pega de duro.El vino de Valdepeñas es más ligero, pero también muy sabroso y reconfortante; se conoce que es rico en vitaminas, calorías, rayos X, fluor, cloro, bromo y yodo y demás elementos energéticos”

En la fotografía “la Feria de los esclavos” dice “El Filiberto Viñuelas Tejarejo, alias Esponja, jubilado leonés y cirrótico convicto y confeso, trasegó (cuando trasegaba, que después dejó de trasegar) trescientas setenta y cinco arrobitas de vino al año, durante treinta y cinco o cuarenta años; al final, paró. Si me devolvieran la mitad de los cuartos que me gasté en vino…”


En “El pellejo a tiras”: …”Pues bien: beber vino en una bota de plástico también es una aberración. Ahora con esta vaina del turismo, los fabricantes hacen hasta botas de plástico con un torero pintado… El vino en botas de plástico, toma gusto a bicarbonato, y produce cálculos renales …La Gente cuando bebe vino en bota de plástico, empieza a menguar y al final se vuelve tonta y tartamuda. …Por el país aún quedan pellejos como Dios manda, botas y odres de pelambre…”

En la fotografía “La bondad de las cosas y las personas”: …”En la calle de Cabestreros se alinean los bocoyes de vino tinto de la Mancha, o séase, de Valdepeñas y Tomelloso… el vino es alimento muy reconfortador y fraterno, muy de confianza…”
Y para no extenderme mucho acabo con la que parece la receta para salir de la crisis, ¡a ver si resulta que Don Camilo José Cela era un profeta!: “Con melón, con vino y con bicarbonato puede un contribuyente comerse al mundo…”

Contacto/autor/comentarios: achoig@gmail.com - http://www.termometroparavinos.com  


(*)FOTOGRAFIAS AL MINUTO de Camilo José Cela con fotografías de Enrique Palazuelo, publicado Organización Sala Editorial, Madrid 1972




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Temperatura del vino

Hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad,...


La famosa frase de “la Verbena de la Paloma” viene -que ni pintada- porque la elaboración del vino ya no tiene nada que ver con la de hace pocos años.
Pero una vez conseguidos esos vinos de tan alta calidad hay que cuidar detalles que los pueden convertir en vinos del montón o sencillamente privarnos del placer de disfrutarlos en toda su grandeza.


Uno de los parámetros más importantes a tener en cuenta a la hora de servir un vino es la temperatura.


Los grandes sumillers saben la temperatura nada más tocar la botella, pero no podemos pedirle al camarero de turno que tenga esas dotes de "termómetro" que solo los grandes profesionales tienen.

En la temperatura, como casi en todo en la vida, existen usos y costumbre en cada lugar por lo que no se puede establecer como norma que tal vino y en tal punto de la tierra hay que servirlo a 18 ºC. Pero si hay un conjunto de estudios y recomendaciones de profesionales que marcan unas pautas con las que siempre le es más fácil acertar a un consumidor normal que solo sabe de vinos lo que ha aprendido al beberlos.

En nuestra empresa venimos fabricando termómetros especiales para el mundo del vino desde hace más de 35 años. Al principio se nos tachaba de snobs pero en la actualidad ya casi todo el mundo conoce nuestros termómetros en alguna de sus múltiples presentaciones.
Lo cierto es que fabricamos más para otros países como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido en los que el consumidor parece ser  más exigente.





autor: achoig@gmail.com - más info www.termometroparavinos.com

fidelizar al cliente

Herramienta de marketing: fidelizar al cliente

Enseñar al que no sabe y recordar al que ya sabe, a qué temperatura tomar tu vino, es la mejor forma de optimizar tu producto.

Nuestra empresa les ofrece la mejor forma para hacer que sus clientes no les olviden: que les lleven en su cartera y paseen su publicidad.

Sencillo, muy sencillo: cada botella que salga de su bodega, llevará un termómetro de vino en forma de tarjeta (ver foto, esta es solo una opción tenemos otras muchas). 

La tarjeta-termómetro de vino servirá en primer lugar para que tomen su vino a la temperatura ideal: a esa temperatura a la que el vino nos regala todo su aroma y su sabor

La segunda parte es que una vez que se ha terminado el vino su tarjeta-termómetro para vino se va a la cartera de quien disfrutó su vino y no habrá una sola vez que un buen bebedor deje de utilizar su tarjeta-termómetro, su publicidad. La enseñará a sus amigos, les dirá como funciona, verán su publicidad, será su mejor vendedor.

En USA, en Francia, Italia, Alemania ya lo vienen haciendo hace mucho tiempo y en estos paises de marketing algo saben...


El que regala bien vende, si el regalo es útil, se usa y se hace gala del mismo.

el vino y la temperatura


el vino y la temperatura


el vino y la temperatura:

En casa, en el restaurante, en la peña, en la vinoteca, en la cafetería, en el bar, en la celebración, en el cóctel, los vinos (blancos, rosados, claretes, tintos, negros), cavas, champagne, sobre todo los grandes vinos, necesitan estar a su temperatura ideal al ser bebidos.

Al consumir el vino a la temperatura adecuada se consigue disfrutar al máximo las cualidades del mismo (aroma, sabor ...).

El mejor vino se puede convertir en un caldo vulgar si no se consume a su temperatura...




La calidad de los vinos en casi todo el mundo ha mejorado muy apreciablemente y es una autentica pena que un detalle tan elemental como la temperatura, no nos permita disfrutar todo el bouqué que el vino nos puede brindar.

Los grandes sumillers saben la temperatura nada mas tocar la botella, pero no podemos pedirle al camarero de turno que tenga esas dotes de "termómetro" que solo los grandes profesionales tienen.

Más info de como sacar el maxímo a nuestro vino en www.termometroparavinos.com

Gran reserva, la serie de la 1

Gran Reserva, la serie la 1 no exagera, 

si lo comparamos con la realidad. 


Dos grandes bodegueros históricos de la Rioja, se engañaban más que los de la serie Gran Reserva de la 1 de tve y parece casi imposible... Hablo por boca de un buen amigo y compañero de carrera y la historia es real como la vida misma. 
La historia me la contó hace más de 20 años y no la puede ratifica porque desafortunadamente falleció en un accidente de ocio. 
Eran otros tiempos en los que apenas unos cuantos se repartían la "tarta" del mercado del vino. Pues bien dos de estos grandes, tal vez los más grandes, tenían una afición casi enfermiza, pero que en aquel contexto comercial no era más que una "batallita" para reírse el uno del otro con ganas en la próxima comida de confraternidad. 
Estos dos grandes del vino en España, tenían por costumbre, casi como tradición, quedar a comer juntos determinados días del año. Eran competencia directa uno del otro, pero qué más daba si no eran capaces de producir todo lo que el mercado demandaba. Las comidas eran de las típicas de dos grandes trabajadores, que habían hecho y seguían amasando grandes fortunas con el vino. Estos días eran su válvula de escape por la que salía toda la presión que siempre conlleva la dirección de grandes (por el tamaño) empresas. En estas comidas se marcaban los faroles habidos y por haber. Y se contaban las cuitas y los enredos típicos de otras estrategias de aquel "marketing tan personal" de tiempos de bonanza. Siempre con la sana intención de zancadillear un poquito al otro, pero haciendo un símil con el futbol, una zancadilla que no merecía ni tarjeta amarilla tan siquiera. 
Y para no hacer la historia más larga llegaba la hora del postre, de los brindis y de la despedida. Y justo ya a la puerta del restaurante embarcando cada uno en su "haiga" como los toreros de antaño, a voces, se repartían fechas y zonas en las que cada un compraría la uva de otras zonas vinícolas como La Mancha, Utiel, Murcia (por citar algunas). Y se recalcaban a voces "acuérdate bien del día, la hora y el restaurante donde almorzaremos para luego ir juntitos" a por las uvas. 
Todo acabado y cada "mochuelo a su olivo". Hasta aquí todo normal. Pero la sorpresa llegaba cuando Fulanito, tal y como habían pactado, llegaba a La Mancha el día que se habían comprometido y Citanito había estado allí 48 horas antes y se había llevado todo lo mejor. Pero claro, Citanito llegaba a su destino el día igualmente pactado en Jumilla (con los fajos de millones en los bolsillos) y Fulanito también se la había jugado... 
¡Eran como niños!; y unos días más tarde se juntaban nuevamente para contarse como se la había jugado el uno al otro y "a celebrarlo". Y a seguir pensando qué faenita se podrían hacer en la próxima vendimia. (más info, sin desvelar identidades: 

  PS: Me imagino a este humilde vendedor de termómetros para vino –o sea yo-, ofreciendo mi termómetro a esta irrepetible pareja. Me podrían haber pasado muchas cosas. Dejo a la imaginación de cada uno las posibles consecuencias de mi osado atrevimiento al ofrecerles un papel que les indicaría la temperatura ideal a la que sus vinos deberían de ser servidos para sacarles el máximo aroma, sabor, buqué, … Personalmente me pongo en el mejor de los casos, a Fulanito le habría vendido dos millones de Tarjetas-termómetro para vinos y a Citanito un mes antes le habría servido tres millones del mismo termómetro para vinos. También ahora dejo a su imaginación el traducir a la cantidad real el montante de las operaciones. Si lo desean pueden comentármelo por mail: achoig@gmail.com

vino medicina


vino y medicina


Vino medicina


Eran los años del “período especial “ en la Cuba de Fidel y por circunstancias de la vida me pasé largas temporadas de trabajo en la isla.
Esta circunstancia me llevó un día a la Farmacia Triolet (1), popularmente Farmacia Francesa Triolet, también por aquel entonces, me remonto 20 años atrás- nombrada Museo Farmacéutico Nacional de Cuba.
Y es ahora que recuerdo aquel montón de garrafas de vino depositadas en un almacén especial y que provenían de  España, sobre todo de Málaga y de Jerez. Curioso igualmente que fuesen vinos españoles y no franceses, siendo la botica de raíces francesas, como su nombre indica por el apellido de los fundadores.
Hurgas un poco, por acá y por allá, con la paciencia y artes personales que hay que utilizar en esos lares y vas encontrando cositas como las etiquetas de productos-medicamentos elaborados con el vino.  Por cierto, etiquetas originales maravillosamente conservadas, a pesar de los pesares, que eran y son  muchos en la isla.
En este punto vuelves al baúl de tus recuerdos y siempre hay algún remedio de la abuela que recuerdas, o que tu madre te ha recordado: Este catarro o tos o dolor de… se curaba con vino caliente y limón, con vino caliente y miel, con vino y…
El Dr. Triolet tenia sus formulas magistrales y sus preparados debidamente envasados ya en el año 1882. Me retrotraigo a esta fecha por la documentación gráfica tan bonita que les muestro, no porque antes no se utilizara el vino como medicina, que seguro que ya se hacia en las américas (2) y aquí.
Las etiquetas de las imagenes son copia del original que está en el Museo Farmacéutico de Cuba en la cuidad de Matanzas.  Estos remedios-medicamentos curan un montón de males como se puede ver en las imagenes de las etiquetas.
La composición del "quina Ferruginoso" está muy clara: CITRATO DE HIERRO, QUINA Y VINO DE MÁLAGA.



(1) Medalla de Bronce en la Expo Universal de Paris en el año 1900 a productos presentados por la Farmacia Triolet
(2)A principios del siglo XVI  sitúan los investigadores las primeras noticias del oficio de farmacéutico en el Nuevo Mundo, en un joven de apellido Murcia, que integró en 1519 la expedición de Hernán Cortés a México, ésa pudiera adoptarse como la reseña probatoria de que al recién descubierto continente también acudieron especialistas en dispensar medicamentos que curaran el cuerpo humano de sus habituales y circunstanciales dolencias. En esa época se recibían las medicinas de Castilla, en forma natural, química, o en preparados simples y compuestos.
Por esta fecha se notificó la presentación de títulos de boticarios españoles al Gabildo de la Habana, el primero el 26 de febrero de 1569, el Licenciado Gamarra, graduado de Alcaláde Henares de quien anunciaban en las Actas Capitulares de esa fecha la apertura de una botica, en un plazo de un año, ya desde ese momento disponían que sólo él estaría autorizado para atender a los vecinos y a las personas de paso.




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